Canoero del Rio Cojedes
Canoero del río Cojedes,
vas con tu mirada serena
los tiempos se te fueron
en noches de luna llena.
También se te desapareció
ese esplendor que emergía por tus venas
Al navegar aguas abajo
con esa tristeza ajena,
Tú que ibas suspirando
cumpliendo con tu dura faena
alborotando garceros
perturbado del calor de la arena.
Eres el patrón de tu canoa
en tu soledad que no era buena
sólo añorabas ese ocaso de diciembre
abrigado por tus angustias y penas.
Disimulando su pesadumbre
por ser tu peor condena
¿Qué tiempos aquellos?
ya ni el ruido de una rockola suena.
Se acabaron los guamales
de los remansos que formaban esas oncenas
con el bullicio de los pajaritos
del tautaco y las chenchenas.
Dime mi viejo canoero
¿Si tú congoja no te cercena?
O te asediaba la alegría
con los anhelos de Juana y Filomena.
Al tenerlas en tus brazos
sería tu mejor escena
cuando llegabas a tu pueblo de El Baúl
por la Calle Los Placeres con sus verbenas.
Cardumen de bellas mujeres
entre miches y zapateos de cualquier macarena
A malaya mi Canoero
que aún tu cerebro no se te envenena.
Con las aguas del río Cojedes
en melancolías de garza morena
convertidas en tus letanías
que nadie te invade ni cercena
Autor: Abel H. Cardoza Cedeño