La leyenda del carretón del diablo
Antes de que existiera la luz eléctrica en Caracas, y las calles se alumbraban con faroles de aceite de coco, las calles de la capital (y otras partes del país), se asustaban con la historia del carretero del diablo, una historia que se relaciona con la muerte, con malos augurios y con una historia de venganza.
El carretón del diablo y la peste
Existen dos versiones del carretón del diablo, una nos cuenta que debido a la peste sucedida en Europa en el siglo XIV y luego en Venezuela en el siglo XIX, la gente se asustaba al escuchar el sonido de las ruedas y caballos de la carreta, ya que este sonido, representaba el sonido de la muerte.
Se asociaba a la muerte, porque eran estas carretas las que se llevaban a los difuntos de aquella epidemia; guardándose en la memoria de los pobladores, aquellos sonidos espeluznantes, y relacionándolos con el carretón del diablo o el carretón de la muerte.
Cuando a Venezuela llegó la peste en el siglo XIX, las carretas eran utilizadas para llevarse a los muertos, asociándose esta antigua leyenda europea, con la vivencia que se vivía en Venezuela, durante aquellos días.
El carretero Eustaquio
La otra leyenda sucedió en el territorio venezolano, y cuenta que en la época colonial, un zambo de nombre Eustaquio, era el encargado por orden de los españoles, ser el carretero que llevaba los cadáveres, que habían perecido a causa de una peste.
Debido a su trabajo, el carretero Eustaquio, contrajo la peste, y un día en medio de sus trabajos, mientras estaba enfermo y padecía los terribles pesares de la enfermedad, el carretero cayó en una de las fosas, donde dejaba un muerto.
En la fosa y padeciendo, Eustaquio gritaba pidiendo ayuda, pero un sargento español que llegó a escuchar sus gritos, en lugar de ayudarlo y sacarlo de allí, prendió fuego a la fosa, provocando la muerte de Eustaquio.
Mientras su cuerpo se calcinaba lentamente y Eustaquio aún poseía consciencia, lanzó una maldición a este sargento, diciendo que se lo llevaría a él y toda su tropa; siendo este, el inicio de la leyenda del carretón del diablo.
Las apariciones del carretón del diablo
Eustaquio cumpliría su promesa, y el primero en sentir la aparición del carretón del diablo, fue el propio sargento que le dio muerte.
Escuchando los relinchos y pasos de un caballo, junto al sonido de una carreta, el sargento moriría fruto de su mala acción en aquella fosa.
Pronto se llevaría al batallón completo, contando los pobladores, que una vez visto al carretero del diablo, se podía morir fruto de los rayos que despedían la fuerza de su movimiento.
La historia de Eustaquio ocurrió en Puerto Cabello, sin embargo, el carretón del diablo solía aparecer entre las actuales avenida Panteón en la ciudad capital, moviéndose por la actual Avenida Urdaneta, hasta llegar a la iglesia de La Candelaria, donde acaba su aparición fantasmagórica.
Esta leyenda, refleja lo que se pensaba en la ciudad de aquellos días, en que no existía luz eléctrica, y la mayoría de los parajes, pueblos o ciudades, se mantenían en penumbra hasta la llegada del sol.