Leyenda de la bola de fuego
La bola de fuego es una de las leyendas llaneras, más conocidas en Venezuela, con numerosas historias sobre su origen y leyendas, donde la ira, el asesinato, las maldiciones y almas en pena, son el caldo de cultivo típico, donde se tejen estas historias.
La bola de fuego es la aparición de una luz parecida a una fogata, o parecida a un farolillo, que se mueve sin rumbo por la sabana, en las noches más oscuras, entre los espacios más ocultos.
La persona que se encuentre ante esta diabólica aparición, probablemente, observe como en la bola de fuego se observan un cadáver, unos huesos y los ojos de la muerte.
De encontrarse con esta aparición, no se deberá rezar a los santos ni pedir a los dioses, porque estas palabras harán que la bola de fuego, salte encima de quien profiere esos rezos. Por el contrario, a la bola de fuego hay que maldecirla, decirle groserías y malas palabras; siendo esta la única manera de ahuyentarla.
Orígenes de la bola de fuego
Sobre el origen de esta leyenda existen varias historias, todas distintas pero con elementos en común, el pecado ya sea la ira o la lujuria, junto a la muerte y una maldición.
Una de las historias cuenta que una hija enamorada de un hombre borracho, parrandero y mujeriego, abandonó a su madre, quien en su lecho de muerte la maldijo; provocando que el espíritu de la hija se quemara en el infierno, siendo esta, la bola de fuego que se ve por las sabanas.
Otra historia comenta, que dos amantes la madrina y el padrino de un niño, consumaron su deseo en una noche de tormenta eléctrica, donde por castigo divino les cayó un rayo, haciendo que vagaran en forma de fuego por toda la eternidad.
Una de las historias más conocidas, es la de Candelaria, una preciosa mujer llanera que estaba casada con un hombre parrandero, quien deseaba ir a una fiesta llanera, pero sin la compañía de su esposa.
Candelaria se molestó por este hecho, y en medio de la discusión, tomo un machete y asesinó a su esposo en frente de sus dos hijos, quienes terminaron ayudándola a enterrar el cadáver.
Cuando Candelaria murió y se encontró en el cielo, fue condenada a vagar en la tierra para pagar su asesinato, bajando a los llanos en forma de meteorito; siendo este el espectro en forma de bola de fuego que aún vaga por los caminos.
Pero quizás la historia más comentada, sea la de una madre que asesinó a su único hijo, decapitándolo con un hacha, que al ser maldecida por este hecho, se convirtió en la bola de fuego.
La bola de fuego es vista con mayor asiduidad, durante los meses del verano, llevando a muchos atribuir a causas naturales, un posible fenómeno de ilusión óptica; sin embargo, la bola de fuego es una de las expresiones culturales de Venezuela, y una de las más importantes de la región llanera.