Cuentos curiosos de la caza de Tembladores

Caza de tembladores

Por: Euralis

   Este cuento que les voy a echar yo.. Lo recordé hace días por eso que uno llama casualidades, buscando un chechere encontré en el depósito de mi casa un libro titulado: “fauna de Venezuela: realidades y leyendas”, y volvieron a mi memoria unos cuentos curiosos que echaba mi abuelo, quien en sus tiempos mozos se fue de Yaracuy a arrear ganado al apure.

  Contaba el abuelo que él no había visto un animal que después del tigre despertara tanto miedo como el temblador a los indios, y que había visto cosas raras con esos bichos como para llenar un libro ; decía que una vez estando monte adentro a leguas de mantecal vio a un tigre mariposo cazando a un temblador, que se encontraba en un pocito no tan profundo.

Contaba que el mariposo lanzaba zarpazos con sus garras tratando de sacar al animal del agua, y en lógica respuesta recibía tremendas descargas eléctricas, tan poderosas que a veces era lanzado por los aires hasta a dos metros del pozo, más aun así esto no lo intimidaba, pues a pesar de los guamazos que recibía seguía intentando hasta que lograba debilitar al temblador quien después de soberanas descargas quedaba imposibilitado para defenderse; y gua pues el tigre se lo comía!!

 Similar historia contó de un hilerito de agua que no era más profundo que una cuarta por el cual iban bajando unos caribes, que se encontraron al sin par animalito y también llevaron sus buenos corrientazos, el viejo se reía contando que su compañero y el gozaron un puyero viendo los caribes volando disparados del agua, que caían y volvían a tratar de acercarse al temblador…obviamente ya sabemos quién perdió…solo quedaron los huesitos del temblador…lo que encontré en el libro es lo siguiente:

“estaba el barón Alexander Von Humboldt, en los llanos por calabozo en uno de esos viajes de recolección y estudio de la fauna venezolana, estando allí quiso recolectar unos ejemplares de temblador vivos para su estudio y disección, lo cual no le resulto tan fácil como en principio pensó, porque el temor que le tenían los indios a las descargas eléctricas del animal eran tan grandes y en casos tan exagerados, que en el espacio de tres días no pudieron procurar al animal, aunque fuera muy fácil pescarlos, contaban estos indios que la única manera de poder hacer esto era mascando tabaco; evidentemente esto era una fábula porque, ni aun teniendo esta supuesta certeza no se atrevían a pescarlos

La larga espera de Humboldt toco a su fin cuando los indios le comunicaron que pescarían los tembladores con caballos, lo cual consistió en obligarlos a entrar en un charco donde habían varios animales.

El ruido producido por los caballos y su pataleo en el limo hacia excitar a los animales y predisponerlos al combate, las anguilas aturdidas por el ruido solo propinaban soberanas descargas por reiteradas veces y largo tiempo, en un principio pensó Humboldt que el precio sería la muerte de los caballos que estaban entre aterrados y desesperados por los corrientazos, pero al disminuir por desgaste la impetuosidad del ataque de los peces, los indios precedieron a arponearlos y cazarlos finalmente... estos animales necesitan largo reposo y una abundante alimentación para reponerse del desgaste de su fuerza galvánica”

  Mi abuelo decía que la gente echaba cuentos de personas que se había muerto por los guamazos de un temblador, y de que había gente que había quedado inútil también, a ciencia cierta cuál veraz sea esto no lo se; solo se que la descarga si bien es lo suficientemente poderosa para aturdir y hasta desmayar a una persona no produce la muerte directamente, a menos que por desmayarse en un caño se ahogue la persona.


  Nuestros indígenas a pesar de su ignorancia respetaban a los animales de su entorno, sabían que había animales para ver con cautela y distancia, de igual manera sabían que si se comían el animalito que estaba mamando dejaban de nacer de ese un bojote de animalitos y así sucesivamente


  La supervivencia de nuestra fauna depende de nosotros y de nuestra conciencia y respeto por la vida de esos animales que antes había por montones en el llano y en todo nuestro país y que hoy en día por la caza indiscriminada y por la inconciencia de otros están a punto de desaparecer. Nunca estarán mejor que en su entorno natural. 


  Cuando vayamos de turistas no traigamos al gallito de laguna porque esta bonito…ni al babito que esta chiquitico…y supuestamente abandonado

..saludos a todos!

Subir